Apps o HTML5 para smartphones y tablets


Una nueva batalla con muchos intereses de por medio está teniendo lugar en el mundo móvil de los smartphones y tablets aplicaciones nativas versus aplicaciones web con HTML5.

El debate no es evidente para el usuario medio aquel, que por ejemplo, tiene  que contratar servicios externos para el desarrollo de una aplicación  de su negocio en smartphones y tablets.

El desarrollo de un aplicación sencilla para smartphones y Tablets puede costar unos 6.000€ solo para plataforma iOS (iPhone e iPad). A eso coste habrá que sumar otros tantos euros para la plataforma con más futuro por número de usuarios Android de Google.

Lógicamente podemos vender la aplicación en el Apple Store y su homologo Google Play pero debemos de tener en cuenta que en en el Apple Store, Apple se queda con el 30% de la ventas es decir para amortizar los 6.000€ deberemos de vender mas de 4.400 veces la aplicación (a un valor de 2€). 

Logicamente Apple y los programadores de esta plataforma defienden este modelo de negocio argumentando cosas como “mejor experiencia del usuario”
Por otro lado el HTML5 avanza a pasos agigantados y ya ha sido abrazado como estándar web por casi todos, por lo que pasar de las apps nativas a las app HTML5 parecería un paso lógico menos para los que están ganado mucho dinero con el desarrollo de apps.

Hoy, en 2012 con la llegada inminente de Windows 8, los smartphones, las tablets, los navegadores de última generación como Mozilla Firefox, Google Chrome, Safari e Internet Explorer 9, quedan pocas dudas de que HTML5 es la mejor opción. Adobe sin ir mas lejos ha comenzado a abandonar progresivamente Flash en favor de HTML5.

Os dejo una infografía de MDG Advertising para profundizar sobre este tema



España: subvenciones y mineros


En una semana que hemos conocido con gran indignación que la banca española necesita entre 51.000 y 62.000 millones de euros y el conflicto de los mineros esta en su momento álgido conviene recordar que hay otros muchos sectores que viven a nuestra costa en España.

En Europa  de los más de 50.000 millones de euros anuales que la UE paga a la agricultura  europea vienen a España 6.500 millones de euro al año, es decir el 13% de los que nos va a costar el rescate bancario. Multipliquemos por 25 años y la agricultura nos ha salido en España por unos 163.000 millones de euros

La pesca no se queda corta: 1.400 millones de euros anuales que la UE paga de los que España viene recibiendo mas de la mitad unos 750 millones.

Los mineros nos suponen de los presupuestos españoles mas de 656 millones de euros anuales: 193 millones para las empresas mineras; 322 millones para costes sociales y 141 millones para la reactivación económica.

Otra industria la cinematográfica 77 millones de euros al Fondo de Protección a la Cinematografía.

Y así podríamos seguir paginas y paginas: subvenciones a partidos políticos, fundaciones y ONG de fines dudosos, industrias, cultura, curas, obispos, cardenales, sindicatos etc. Por el contrario nuestro nivel de gasto público es de los más bajos de Europa, concretamente el más bajo de la Unión Europea de los 15 (el grupo de países con un nivel de desarrollo económico equiparable al de España).

Mi conclusión es clara unos trabajamos para pagar el sueldo de otros. No en un gasto publico qué suponga una mejorar general de la sociedad, de la investigación, del nivel de vida nada de eso.

Veo en mi nómina lo que el Estado me quita en impuestos directos, luego los indirectos (y eso que el IVA no ha subido todavía) etc. y empiezo a pensar: agricultores, ganaderos, pescadores, mineros etc. que vuestro sueldo os los pague otro, a buscaros la vida, como se la tiene que buscar otra gente que no esta subvencionada; ya está bien.

Y mientras tenemos que ver como los mineros, con técnicas violentas propias de las asociaciones del crimen organizado o mafia “reclaman lo suyo” metiendo la mano a la cartera de los españoles qué aportan a la caja.

“Gracias Sara”. Nunca tuvimos tanto y nunca hicimos tan poco

Cuando yo era pequeño, no existía Internet. Fue en 1969 cuando fue creado por una necesidad del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en un proyecto realizado por la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación en Defensa (DARPANET) como protocolos de comunicación para redes de área amplia para ligar redes de transmisión de paquetes de diferentes tipos capaces de resistir las condiciones de operación más difíciles y continuar funcionando aún con la pérdida de la parte de una red, por ejemplo en caso de guerra. El resultado fue el protocolo TCP/IP que fue el germen del actual Internet de uso civil y masivo.

En esa época, el conocimiento, la información, era de más difícil acceso. Estaba en los periódicos, en los libros. Si querías investigar sobre algo tenias que cogerte un autobús irte a la biblioteca, buscar en la bibliografía, pedir los libros, revisar. Tiempo necesitabas más tiempo.

Hoy en día coges un móvil de última generación y en medio de un parque como mínimo con Wikipedia, tienes acceso a una información que antes te suponía toda una tarde de investigación en una biblioteca. Esta revolución en el acceso a la información, estoy convencido que se estudiará por generaciones venideras como un hito y un cambio de paradigmas. Los que la estamos viviendo nos somos conscientes de la importancia de este cambio y no lo aprovechamos.

Nunca los ciudadanos del llamado “Primer Mundo” con estudios, con formación, tuvieron tan fácil el acceso a la información, a la capacidad de debate, al dialogo, a la organización etc.

Image representing Twitter as depicted in Crun...

Mientras Europa cae en una debacle financiera y moral de la cual nos constará levantarnos, los ciudadanos inmersos en un catarsis de estupidez colectiva llevan 3 días haciendo trending topic (palabras o frases más repetidas en un momento concreto en Twitter) a “Gracias Sara”.

¿No hay cosas más importantes sobre las que hablar? Que conste que me parece que al principio pudo se una broma divertida. De una broma divertida de una hora, se ha pasado al ataque a una persona grosero, machista y denigrante. No es libertad de expresión, es insultar, es hacer daño por diversión, envidia o simplemente necedad.

El problema es la estupidez que refleja, la envidia, la falta de inquietud de una sociedad formada, con acceso a la información casi instantáneo, con herramientas inimaginables años atrás.

Nunca tuvimos tanto y nunca hicimos tan poco. Tenemos la crisis que nos merecemos, gracias políticos, banqueros y sobre todo a que muchos de los llamados ciudadanos no son tal: son troll o unidades de consumo solo eso. Así nos va.