¿La oficina no es un buen lugar para trabajar?



En más de una ocasión veremos que los diseñadores de interiores argumentan que un buen diseño de las oficinas corporativas de una empresa aumentará la productividad. Por ejemplo a todos los fan de Google les viene a la cabeza los colores chillones, futbolines etc.

No quiero que se me interprete mal, efectivamente todo suma. Si cuentas con buenos profesionales a la hora de diseñar cualquier espacio de trabajo sean oficinas, tiendas, restaurantes etc. y el resultado final esta adecuado a las necesidades empresariales, lógicamente ayudará al desempeño diario para el que está concebido ese espacio de trabajo.


La productividad evalúa la capacidad de un sistema para producir los artículos que son requeridos y a la vez el grado en que aprovechan los recursos utilizados, es decir, el valor agregado. La decoración o diseño de una oficina o ambiente de trabajo es un elemento esencial, porque se aprovechan mejor los recursos disponibles (alquiler o compra del inmueble) aumentando la capacidad de la organización para producir mas o lo mismo con menos esfuerzo.

Resalto la palabra capacidad, porque no dejan de ser herramientas, no por mejores oficinas habrá una mayor competitividad en la empresa. Un buen diseño no evitará que los empleados pasen el 50% de su jornada laboral haciendo tareas improductivas aunque necesarias, como resaltan recientes estudios sobre productiva en el trabajo en España.


Un estudio realizado por Webtorials, “Report on UC and Cloud-based Services for SMBs” afirma que el 14% de las horas de trabajo se dedica a duplicar información (reenviar mensajes, comprobar datos por teléfono) o tratar con información no deseada (spam y llamadas de teléfono). Todo ello favorece a crear, en el trabajador, una sensación de no haber hecho nada de provecho a lo largo del día. Según el estudio, reduciendo cada día un 25% las tareas improductivas, se ganarían seis semanas de productividad anual por empleado. 

¿La oficina no es un buen lugar para trabajar?

En el siguiente vídeo Jason Fried defiende una teoría radical del trabajo: que la oficina no es un buen lugar para hacerlo. Os sugiero que lo veáis entero, es muy entretenido, y a más de uno le hará reflexionar.





Conclusiones

Hay que separar lo personal de lo laboral, priorizar las tareas, planificarse, ser respetuoso con mi tiempo y con el de los demás, evitar el “presentismo”, convocar reuniones sólo cuando sea necesario.

Y lo más importante hay que aprender a decir “no”. Estimado compañero/llamada/cliente/proveedor spam: no he leído tu email, porque tengo el email apagado, el teléfono desconectado; tengo que hacer algo importante, tengo que ser productivo. ¿A que os suena? Cerrar tu email no te va a matar no te pagan por gestionar el correo electrónico.


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